Después del traspié en el Superclásico, Jorge Almirón se juega una parada decisiva contra Palmeiras este jueves por la noche y, a raíz de eso, desde hoy temprano ya acelerará en la conformación del equipo.
El plantel azul y oro se entrenará por la mañana y se espera que el DT comience con las pruebas de cara a la revancha de la semifinal de la Copa Libertadores. Ni bien se cierre la jornada en el predio de Ezeiza, al mediodía la delegación ya se dirigirá a Ezeiza para volar sin escalas a San Pablo.
Habrá que ver si antes de viajar se concreta el plan inicial de Almirón: entrenar en una cancha de césped sintético ubicada en el complejo deportivo que, si bien difiere del campo de juego del Allianz Parque, al menos le brindará una cercanía a dichas condiciones -rápidas- en las que el Verdao se hace fuerte.
Aunque todavía es prematuro empezar a dilucidar un equipo para la revancha copera, se perfila un once similar al que jugó en la ida, con la duda de si Miguel Merentiel seguirá como titular o en su lugar ingresará Nicolás Valentini para formar una línea de 5 u otro delantero pero con características distintas, como puede ser Lucas Janson o Exequiel Zeballos. Incluso, hasta Jorman Campuzano puede ser una alternativa para plagar el mediocampo.
Otro de los focos estará en las evoluciones físicas de Marcos Rojo y Nicolás Figal. La dupla central titular ayer se movió de manera diferenciada del resto de sus compañeros de Boca por molestias musculares y el entrenador los seguirá de cerca con la ilusión de que se recuperen a pleno y puedan ser parte del once el jueves. En el cuerpo técnico confían en que así será.
El cambio en el campo de juego se realizó en enero de 2020 y se estrenó en un encuentro ante Mirassol, por el campeonato paulista. Tiempo después, instalaron esa superficie en uno de los campos de entrenamiento con el objetivo de que sus futbolistas pudieran practicar allí e ir acostumbrándose.
Uno de los cambios más notorios del sintético al césped es la velocidad en el juego. En este tipo de canchas la pelota rueda a mucha más velocidad. Además, otra de las principales características es que el campo de juego está completamente nivelado.
En la casa de Palmeiras, el campo cuenta con cauchos cilíndricos de 5 milímetros, llamados TPE, que es un tipo de «elastómero termoplástico», según ha contado Alessandro Oliveira, presidente del Soccer Grass, empresa responsable de las obras del Allianz Parque.
Todo está listo para un partido que se prevé intenso y lleno de desafíos. Boca, con la mirada puesta en la Copa Libertadores, se enfrenta a un Palmeiras que se siente cómodo en su campo de césped sintético. La estrategia y la preparación serán clave para determinar qué equipo avanza hacia la final del torneo más prestigioso de América del Sur. La expectación está en su punto máximo, y los hinchas de Boca esperan que su equipo cambie el chip y demuestre su mejor versión en esta apasionante batalla futbolística.