Aunque Boca Juniors mantiene su enfoque en la Copa Argentina y aún no tiene definido su cuerpo técnico para 2024, comienzan a surgir rumores sobre cambios en el plantel de cara al próximo año. Varios factores, como jugadores sin lugar, contratos que llegan a su fin y posibles ventas, contribuyen a la incertidumbre sobre la conformación del equipo.
Dos experimentados, Facundo Roncaglia y Diego González, finalizan sus contratos el 31 de diciembre, con escasas probabilidades de renovación. Roncaglia, de 36 años, tuvo un año activo con Jorge Almirón, pero su participación disminuyó, y ahora se encuentra como la quinta opción en su posición. González, conocido como «El Pulpo», ha lidiado con lesiones y escasa continuidad, lo que plantea dudas sobre su renovación.
Aunque algunos jugadores tienen contratos vigentes, la falta de participación podría llevarlos a buscar nuevos horizontes. Norberto Briasco, con problemas de lesiones desde su llegada en 2021, podría ser negociado, a pesar de tener contrato hasta diciembre de 2025. Juan Ramírez, que en algún momento fue titular, ha perdido protagonismo, disputando pocos encuentros y con contrato hasta diciembre de 2026.
El caso más destacado es el de Valentín Barco, la joya del equipo en 2023, buscado por clubes europeos como el Brighton y el Manchester City. Aunque su cláusula es de 10 millones de dólares, su rendimiento lo ha convertido en un objetivo codiciado. Además, la buena actuación de jóvenes como Valentini, Fernández y Medina durante la Libertadores podría atraer el interés de equipos europeos.
A medida que la temporada llega a su fin, los hinchas de Boca Juniors esperan ansiosos para conocer el destino de estos jugadores y las posibles incorporaciones que el club pueda realizar para afrontar los desafíos del próximo año.